Se trata de un pequeño y entrañable pueblo ibicenco, localizado a medio camino entre Sant Josep y Sant Antoni. Esta población de interior está formada por la iglesia, una bella plaza y un conjunto de casas tradicionales ibicencas (casas payesas).
Una de estas casas alberga un íntimo restaurante de cocina de mercado, Can Berri Vell. Junto al restaurante se ubica el centro cívico de Sant Agustí, que destaca por su blanca fachada y la torre de piedra y frente a la iglesia, existe un animado bar con una tranquila terraza, Can Berri. Auténtico y coqueto pueblecito ibicenco.