La costa norte esconde playas tan originales como Pas de s’Illa, un arenal que une sa Illa des Bosc con Ibiza y perfecto rincón donde pasar un día de sol y mar en el Puerto de Sant Miquel. Y es en este lugar donde hallarás el fabuloso chiringuito de Pas de s’Illa, un clásico de toda playa que aquí cobra un nuevo significado, pues pocos lugares guardan una esencia tan auténtica como en éste.
Este kiosco familiar cuenta con más de 30 años de trayectoria y siguen con la misma ilusión que el primer día atendiendo a sus clientes como si fueran de la familia. Es perfecto para tomar cualquier refrigerio, pero también, si tienes hambre, podrás comer una buena parrillada de carne, una deliciosa selección de bocadillos o una ligera ensalada para los que tengan menos apetito. En definitiva, un sitio idóneo para los nostálgicos de los chiringuitos de antaño, sencillos y sin grandes ostentaciones pero con un ambiente muy agradable.