Seguramente si vienes de vacaciones a Ibiza en el plan entrará pasar parte del tiempo en la playa, porque para que nos vamos a engañar, uno de los fuertes de Ibiza no podía ser otro que su costa. Cada rincón, cada cala, cada caseta de pescador o metro cuadrado de arena puede ser un lugar increíble para pasar el día tumbado en la toalla entre baño y baño, pero hay playas que te invitan a vivir una experiencia más allá del descanso, playa cuyo paisaje te incita a explorarlo y eso es lo que sucede con Cala d’Hort, probablemente una de las calas más excepcionales del poniente ibicenco. ¿Nos damos un paseo?
Cala d’Hort y alrededores
Esta playa se encuentra en el extremo suroeste de la isla, en el municipio de Sant Josep. Esta parte de la isla cuenta con una costa bastante escarpada, pero bajo sus acantilados aún hay sitio para pequeñas maravillas como Cala d’Hort. La principal virtud de este rincón es su espléndido paisaje protagonizado por el islote más icónico de Ibiza, el conocido Es Vedrà siempre acompañado de Es Vedranell. Nada como sentarse en el muelle de madera construido en esta playa para ver las horas pasar hasta que el sol se oculte tras los islotes. Cuando esa hora llegue, un lugar muy idóneo para visitar, muy cerca de Cala d’Hort, es Cap des Jueus, unos bellos acantilados con unas increíbles vistas panorámicas que se encuentran al sur de la cala. Aquí también se halla la Torre des Savinar, una antigua torre de defensa a la que se puede acceder a su interior para disfrutar aún más del paisaje. Y si eres un enamorado de la historia, de camino a esta playa se encuentra Ses Paises de Cala d’Hort, los restos de uno de los primeros asentamientos de la isla, pieza clave de la historia ibicenca. Por último, al otro lado del cap des Jueus, se encuentra sa Pedrera, conocido desde la época hippie como Atlantis. El atractivo de este lugar, algo complejo de alcanzar, son las curiosas formas geométricas que forman las rocas y que permiten la existencia de piscinas naturales. Esto se debe a que antiguamente la zona era una cantera de donde se sacó piedra para construir muros como el de Dalt Vila.
Qué hacer
En Cala d’Hort, al igual que en la mayoría de playas, con tan solo estar tumbado en la arena disfrutando del sol y el rumor de las olas, puedes darte por satisfecho. Pero seguramente, querrás más ¿verdad? Una buena opción es alquilar un Paddle Surf y dar un paseo hasta la costa más próxima y si eres lo suficiente valiente incluso hasta Es Vedrà. Otra opción interesante, es la de visitar es Cap des Jueus al atardecer. Disfrutar del ocaso desde este punto de la isla, es probablemente uno de los mayores privilegios para la vista pues el ángulo desde el que se contempla es único, es más, si te ves con fuerzas, vale la pena subir hasta la Torre des Savinar (el camino es algo escarpado) para que el marco de un momento tan bello sea aún más satisfactorio. Otra actividad fascinante es el senderismo y descender a Atlantis pone a prueba esta capacidad. Cerca del Cap des Jueus se encuentra el camino que da acceso a este pintoresco rincón, la bajada será sencilla pero el camino de vuelta se complica con la pendiente. Una vez abajo, te verás recompensado por un placentero baño en las piscinas naturales y descubrirás alguna que otra obra de arte tallada en la paredes de arenisca, fruto de ser frecuentado por los hippies de los 70’.
Dónde comer
Si has venido a pasar un día completo en Cala d’Hort no puedes olvidarte del sagrado momento de la comida, ese rato que te separas de la arena para recobrar fuerzas bajo la sombra de alguno de los restaurantes de la zona. Si eres amante de la cocina marinera, estarás de suerte ya que tres de los mejores restaurantes de la isla, especialistas en esta clase de cocina, se encuentran a orillas de esta bonita playa. El Carmen te ofrecerá unas vistas de infarto desde su acogedora terraza. Cualquiera de sus pescados frescos al horno será un menú exquisito y su deliciosa frita de calamar será ideal para comenzar el festín. Si prefieres seguir con los pies sobre la arena, en primera línea está el restaurante Cala d’Hort, perfecto para una paella de sabor ibicenco auténtico y más allá de las casetas de barco, se alza sobre el acantilado Es Boldadó, mítico restaurante de pescado desde cuya terraza dominarás las vistas de toda la bahía de Cala d’Hort y durante todo el año. Será complicado elegir pues no se sabe cuál es mejor, pero sea cuál sea, seguro no te defraudará.